Esta es una de mis declaraciones favoritas y te la comparto con amor.
Hoy te pregunto si alguna vez en tu vida te pasó o conoces a alguien que le pasara que se equivocara y automáticamente dijera “que bobo” o “que bruta” incluso “mucha tonta yo”. Bueno no sé cuál será tu respuesta, pero a mí me pasaba, era muy común ver estas expresiones cuando estaba en la universidad y en teoría parecían bromas tontas, palabras sin sentido para burlarnos de nosotros mismos. En la medida que crecí e invertí en mí, entendí que la palabra tiene poder y el universo no tiene sentido del humor. Cada vez que me decía así, le estaba diciendo a mis células que eran brutas y como el universo dice SI pues así se volvían… ¡brutas!
También comprendí que somos energía y nuestros pensamientos también son energía, ellos tienen poder creador. Entendí que yo no soy mis pensamientos pero ellos me generan sentimientos, los cuales a su vez me llevan a realizar ciertas acciones y ellas me producen resultados. Esto lo aprendí de un gran mentor T. Harv Eker, así que cuando fui consciente de que mis palabras crean mi vida, cambié intencionalmente mis pensamientos.
Y definitivamente dejé esas “bromitas” o “chistecitos” por palabras de poder y no me permito tratarme así, en su lugar me hablo con empoderamiento, por FE soy capaz, soy la hija divina, amada y bendecida de Dios y él no se equivoca. Este mismo principio aplico con mis hijos, a veces a mi hijo le parece muy gracioso decirse tonto pero ya sabe cómo son las cosas conmigo y le recuerdo lo valioso que es. No te permitas hacerte esas bromitas de mal gusto, no le hables así a tus célular.
Recuerda tu poder, párate en tu grandeza y declara “YO PUEDO, SOY CAPAZ”